El otro dìa leìa que a veces el amor puede parecerse a una competencia. Decìa, que la contienda -tal vez- sea divertida al principio, pero despuès de un tiempo puede convertirse en una guerra.
Creo, que hace falta algo importante para satisfacer las necesidades de otra persona con el mismo entusiasmo con que satisfacemos las nuestras. En concreto, muchas veces hace falta comprender lo que es ser un equipo.
Un equipo eficaz tiene en cuenta las deficiencias de cada uno de sus miembros. En una pareja esto significa que cuando una persona se siente vulnerable, cansada o agobiada; la otra toma las riendas. Cuando uno de los miembros està lleno de energìa e imaginaciòn, el otro apoya ese talento y creatividad. Cada "anotaciòn" es para el equipo, no para uno u otro miembro.
En la pràctica esto significa tomarse el tiempo para formarse un sentido de equipo, los rituales cotidianos como comer juntos o llamarse por telefono -definitivamente- sirven para reforzar el compromiso.
Esas citas regulares en las que el resto del mundo quede excluido, proporciona la privacìa necesaria para ofrecerse apoyo mutuamente. No hay que olvidar aquellos encuentros periòdicos en los que se sienten a trazar los asuntos cotidianos de su relaciòn -finanzas, planes, preocupaciones de cada uno y gustos compartidos- aquellos que sirven para mantenerlos sintonizados y proporcionar la compenetraciòn que todo equipo necesita para desempeñarse al màximo.
Lo màs importante -por esto me he ganado el tìtulo de Màxima Apoyadora- es apostarle a las virtudes de su pareja. No tiene nada de malo reconocerse que uno es un poco egoìsta. Pero sòlo un poco. Simplemente hay que poner ese egoìsmo al servicio de la relaciòn, reconociendo que actuamos en nuestro propio provecho cuando damos a nuestra pareja oportunidades de brillar, de ganar. Si hay algo que no debemos olvidar es, todas las maneras en que sacamos lo mejor -el uno del otro- y creamos un equipo ganador.
En definitiva, la verdadera sinergia se logra despojandose de egoismos, egocentrismos, actitudes posesivas. Hay que flexibilizar, ceder, dejar actuar, escuchar y con ello aprender distintos puntos de vista. Como en la foto de hoy, el actuar en equipo solo produce caminos de doble via en donde siempre se gana. En donde aprender -de uno mismo y de los demàs- es la mejor recompensa.