Asopaus Marinus.-

Tal como hiciera Cleopatra para celebrar el cumpleaños de Marco Antonio en el siglo I –cuando la celebración del nacimiento estaba reservada a las personalidades- el sábado se celebró el cumpleaños de Chucho.

Muchas personas lo elogian a través de este espacio por sus inigualables fotos, sin embargo, unos cuantos todavía no lo conocen. El propio cumpleañero se quejó alguna vez de que no le hemos dedicado un post.

Siendo así y con ocasión a que le encendimos tantas velas como años y que –con permiso de los griegos- no hubo torta de harina en forma de luna, sino que las tías Pame y Judith compitieron con sus delicias; hoy le seguimos deseando a mi chucho la Paz y la Felicidad que tanto se merece.

Entre tanto y tanto y a pesar de que algunos intereses han ido variando y otros consolidándose, Manuel sigue acentuando sus valores morales, su solidaridad sin límites, el respeto y la consideración para con lo demás, su otro mejor oficio el “ser Papà”; pero sobretodo su capacidad de renovar su especial arte de hacer feliz a todo el que le rodea. Particularmente adoro apoyar y atesorar, como perlas, su invaluable legado de cariño, responsabilidad, tenacidad y ese “noseque” con el que vive los pequeños detalles. Es mi compañero ideal, mi soporte, mi marido.

Y bueno, a pesar de que el calor y la cámara no ayudaron mucho, aquí traigo unas fotos para el recuerdo de todos los que nos acompañaron, muchas gracias, prometo que el próximo “asopaus marinus” estará menos picante.